¿Por qué es importante aumentar la ingesta de proteína a partir de los 40 años? Cuando pasamos de los 40, el cuerpo empieza a cambiar de maneras que quizá no notábamos antes. Uno de esos cambios es la pérdida de masa muscular, algo que no es tan obvio al principio, pero que se va haciendo más evidente con los años. ¿La solución? ¡Más proteína! Y no, no se trata solo de ponerse más fuerte, sino de mantenerte activo, con energía y sentirte bien.
¿Por qué más proteína después de los 40?
Músculos fuertes: A partir de los 40, perdemos masa muscular más rápido de lo que la ganamos. Esto no solo afecta la fuerza, sino también nuestra movilidad. Comer más proteína ayuda a que los músculos se mantengan y sigan funcionando como deben.
Acelerador de metabolismo: La proteína hace que tu cuerpo trabaje más duro para digerirla, lo que significa que quemas más calorías en el proceso. Esto puede ayudarte a mantener un metabolismo más activo y a evitar ganar esos kilos que a veces se acumulan con los años.
Huesos más resistentes: Aunque solemos asociar la proteína solo con los músculos, también es súper importante para los huesos. A medida que envejecemos, mantener la salud ósea es clave, y la proteína juega un papel importante aquí.
Te mantiene saciado: ¿Sientes que tienes más hambre que antes? Comer suficiente proteína ayuda a sentirte lleno por más tiempo, reduciendo esos antojos y manteniéndote en el buen camino.
¿Cuánta proteína necesitas?
La cantidad de proteína que necesitas a partir de los 40 puede variar, pero en general, se recomienda que consumas entre 1.2 y 2 gramos por kilo de peso corporal. Por ejemplo, si pesas 70 kilos, estarías buscando consumir entre 84 y 140 gramos de proteína al día.
¿Cómo incorporarla a mi dieta?
¡Muy fácil! Aquí algunas opciones fáciles y saludables:
- Proteínas animales: Pollo, pescado, huevos y lácteos.
- Proteínas vegetales: Lentejas, garbanzos, quinoa, frutos secos, tofu.
- Batidos de proteína: Una solución rápida si te cuesta alcanzar tus objetivos de proteína solo con comida.
- Cremosos proteicos: sin lácteos, sin gluten y con fibras.
En resumen…
Si tienes más de 40, es hora de darle un empujón a tu ingesta de proteínas. Esto no solo te ayudará a mantenerte más fuerte y en forma, sino que también te hará sentir más lleno, cuidará tus huesos y mantendrá tu metabolismo activo. ¡Es un cambio simple que puede marcar una gran diferencia!